En 1904, los hermanos italianos Antonio y José Traverso, junto con su cuñado, Leopoldo Lucchetti, llegaron a Chile con el proyecto de crear una empresa alimenticia a partir de la tradición y la calidad.
El negocio familiar creció a pasos agigantados, y recién en 1980 y tras varios cambios, lo bautizaron definitivamente bajo el nombre de Lucchetti.
A principios de los años ´90, Lucchetti desembarcó en Argentina con su propuesta de ser la “pasta de mamá” y una década más tarde, en 2001, fue adquirida por Molinos Río de la Plata.
La marca argentina se propuso acercarse a las madres reales que lidian con las obligaciones diarias de tener una familia, poco tiempo y que se toman la vida con humor, ofreciéndoles así productos ricos, nutritivos y prácticos para todas sus comidas. Fue así como incursionó en distintas categorías pasando de ser la “pasta de mamá” al “aliado de toda mamá”.